"Y ante aquel gran ser-de no muy extensos conocimientos-volví a sentirme como un pequeño ratoncito frente a un colosal elefante, furioso y violento. Mantuve mi postura todo lo que pude, intentando apoyar a una de las personas que mas quiero en este mundo, blandiendo mi espada y desafiándole con cada mirada, pero aun así no fue suficiente. Caí como un castillo de naipes golpeado por una corriente de aire. Volvía a sentir la misma sensación de impotencia que en el pasado, recordando escenas de luchas interiores entre un dragón y una pequeña guerrera, combatiendo por la supervivencia de cada uno. Pero recordad que el mayor temor de un elefante son los ratones, pequeños y ágiles, y que quien mató al dragón no fue otro que un guerrero armado con lanza y escudo en mano, para recoger luego la preciosa rosa para su amada. Por eso aunque haya caído, volveré a alzar mi espada, me levantaré y volveré a mirar desafiante al mismísimo miedo, hasta que un día en vez de caer clavaré mi espada en la tierra y sonreiré satisfecha, al ver como una bestia de tal envergadura como el elefante, huye despavorido por la presencia de un pequeño ratón."
Y con esto, me despido ;) ¡Buenas noches a todos!
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