domingo, 20 de abril de 2014

¿Vivir o sobrevivir?

Hace un par de días, escuché de la boca de uno de mis familiares una frase que me hizo reflexionar, una verdad que pocos conocen y me gustaría sacarla a la luz. La frase era esta:

"-El ser humano actual ya no VIVE, como lo hacíamos antes. El ser humano de ahora tan solo se preocupa por SOBREVIVIR."

Al escucharla, la cruda realidad me impactó como un gran golpe en el estómago. Una realidad mucho más dura de lo que ya pensaba que era. TODOS, nos hemos convertido en esclavos de algo que nosotros mismos hemos creado. El ser humano se auto-destruye, muy poco a poco, pero lo hace sin pausa. Cuanto más avanzamos, más nos sumimos en la esclavitud de las leyes, las hipotecas, el fin de mes... más nos controlan con los impuestos, y cuanto más intentamos revelarnos, con más fuerza nos someten. Nadie se libra de ello.

¿Y que hemos dejado atrás, con "el crecimiento", "la evolución"?
El derecho a VIVIR como personas. El derecho a levantarse cada mañana, y tan solo pensar en que nada está escrito y que solo nosotros controlamos nuestras vidas. Pero ya no es así. Al levantarse, un hombre o una mujer de mediana edad tan solo pensarán en que deben de conducir por autopistas abarrotadas, llegarán tarde a su trabajo y después de una regañina del jefe, se sentarán frente a un ordenador y pasarán horas y horas en la misma posición, hasta que vuelvan a casa y estén tan cansados que tan solo tengan ganas de meterse de nuevo en la cama.Y así día y día. ¿Para qué? Para pagar la luz, la hipoteca, el gas y gastos diversos, para que no les quiten su casa y se deban de ver en la calle, cual indigentes. ¿Y a que se debe eso? A que nos dejamos someter, porque ya llevamos tanto tiempo SOBREVIVIENDO, que ya no nos acordamos de los tiempos pasados, cuando te construías tu casa propia y vivías del campo. Y tan solo te preocupabas por gastos varios y un pequeño empleo de vendedor que te ayudaba a mantenerte. Y eso era todo.
Pero, por desgracia, el ser humano es como una ambiciosa plaga. Es capaz de vender su vida con tal de que su raza evolucione, y cuanto más lo haga, menos recordarán lo que fueron antaño.

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