viernes, 18 de julio de 2014

Un regalo del cielo

Ayer, sin planificacion ni aviso previo, nació mi primita nueva, Aitana. Llegó rompiendo fuerte, dejándonos a todos con la impaciencia, reuniendo a casi toda la familia, para ver el nuevo milagro que había aparecido en nuestras vidas. Nuestra madre, mi hermanita y yo llegamos en un "plis" al hospital, cuando nos avisaron de que Aitana ya había llegado al mundo. Cuando entramos en la habitación donde descansaba la madre (mi prima Irene), nos encontramos con el pequeño angelito, durmiendo plácidamente en su cunita. La admiré cómo si fuera el cristal más maravilloso del planeta, puro y reluciente. Pensé en la suavidad de su piel, cómo las plumas de un ángel; en su presencia, que llenaba a todos con una alegría y satisfacción especial. Aquel pequeño y grácil prodigio de la naturaleza, había logrado reunir a una gran familia, cuando pocas veces se hace posible... Nos había unido, aquel ser tan pequeño y frágil, que seguramente ni sabría de nuestra existencia. Si hubiera abierto los ojos, tal vez se hubiera preguntado qué hacían todas aquellas personas abrazándose, conversando entre ellas, riéndo felices y mirándola de vez en cuando, cómo si fuera una de las siete maravillas del mundo. Y en parte, todas aquellas personas lo pensaban. Aquel pequeño angelito vestido de rosa, había bajado al mundo para alegrar los días a sus recientes familiares, haciéndoles olvidar durante efímeros momentos, que el mundo cada vez se volvía más corrupto, más difícil, día a día. Una cálida luz dispuesta a alumbrar hasta el último rincón de una habitación oscura. Aún mirándola, hipnotizada por el pequeño vaivén de su respiración, supe que iba a ser una niña preciosa, fuerte y dispuesta a dar la cara por sus motivaciones. Una chica con carácter, como todas las de la familia, independiente y luchadora.
Ese pequeño milagro, de carita rosada y enormes ojazos, había cambiado las vidas de todos. Al fin y al cabo, como dice el dicho, las pequeñas cosas son las más importantes ;)

¡Bienvenida, Aitana!

1 comentario:

  1. Me parece un homenaje precioso hacerle un entrada a tu primita, ha sido un gesto muy dulce, como ella.
    Los bebés son pequeños milagros, es increíble cómo pueden unir a la gente, llevas toda la razón.
    Seguro que será maravillosa, y tan guapa como la niña de la foto.
    Un abrazo.

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