¡Buenos días a tod@s!
Hoy querría enseñaros un microrrelato que escribí para mi trabajo de investigación sobre estos. Es un texto con un valor oculto, una advertencia sobre la realidad en la que nos sumimos mediante vamos creciendo, y en la que todo lo que nos rodea, quiere que vivamos. Una realidad que destruye sueños y esperanzas y acaba por moldear nuestras aspiraciones a su gusto. Leed, y pensad ;)
La niña ni siquiera parpadeaba.
Atónita, miraba a la gran ventana que se abría en medio de su salón. Veía muchos colores, extraños mundos que cambiaban cada pocos segundos. Y por sus oídos entraban miles de sonidos nuevos,algunos pegadizos, y otros que no tenian ritmo pero aun así los escuchaba. Sonreía sin parar, feliz de poder tener esa ventana en su casa. Las otras ventanas eran aburridas, siempre con el mismo mundo,que solo cambiaba cuando se hacía de noche, que no se veía nada.Esta le gustaba más que las otras. Pero jamás se había atrevido a asomarse por ella. Se acercó hasta escasos centímetros del marco y la miró. Colores y formas de todos los tamaños se mostraban ante sus ojos. Se alejó para coger carrerilla. Con torpeza, corrió hasta la ventana y se estampó contra ella, cayendo de bruces al suelo.Comenzó a sangrarle la nariz, y lloró desconsoladamente. No por el dolor, si no por no haber podido asomarse a la ventana y ver todos aquellos colores más de cerca. Se levantó y tocó la pantalla de la televisión. Alguien había cerrado la ventana. La niña se sentó en el suelo y esperó. Esperó a que la ventana se abriera. Y mientras esperaba, sus sueños se fueron difuminando con la espera, sus ambiciones y sus fantasías de niña pequeña.
Y la ventana jamás se abrió.
El exceso de televisión en los niños pequeños es un grave problema, creo que los padres deberian llevar un control, racionando las horas que la ven y mostrandoles otro tipo de diversiones, como la lectura, el dibujo, los juegos de mesa, o simplemente charlar con ellos de lo que sea.
ResponderEliminarUn texto genial, realista y actual, un besoo
Lena