Miro por la ventana el cielo grisáceo que me ha brindado el día. No me muevo, ni bostezo, tan siquiera parpadeo. Tan solo escucho la dulce melodía que se escapa entre mis preciados auriculares.
-Llévame lejos-le pido al rítmico compás, al envolvente acorde que me llena de paz.
¿Cuántas veces habrá sido nuestra salvadora, con sus estribillos y sus notas? ¿En cuantos momentos nos habrá arropado cuando sentíamos frío en nuestro interior; nos habrá escuchado cuando necesitábamos desfogarnos o nos habrá entendido cuando nadie lo había logrado?
Es simple-pienso-,dejarnos llevar por su preséncia, volar lejos de la realidad y ocultarnos donde tan solo nosotros querríamos estar. Eso es lo que nos proporciona la música, un lugar en el que no existen reglas, no existen prohibiciones ni restricciones. Un lugar cambiante, difuso, lleno de color, de sueños, esperanzas e incluso tal vez dolor. Una espécie de cobijo oculto en nuestro interior, el cual despierta hipnotizado cuando emerge el primer ‘tenor’.
Las entrañas tiemblan, el vello se riza y nuestro cuerpo cae rendido ante tal maestría, cuando la música nos presenta su belleza y su armonía.
Las entrañas tiemblan, el vello se riza y nuestro cuerpo cae rendido ante tal maestría, cuando la música nos presenta su belleza y su armonía.
¿Qué sería de este mundo sin melodía? Una vieja película de blancos y negros, sin vida; una existencia perdida.
No imagino mi vida sin la musica, ¿quién me acompañaria en mis momentos de bajón o me inspiraria en los relatos? Desde luego, es un bien necesario.
ResponderEliminarUn precioso homenaje Thyra ;D
Un beso
Lena
Nadie imagina su vida sin música. Y está comprobado cientificamente que la musica induce a la exhalación de endorfinas de la felicidad. El texto impecable, muy lindo relato.
ResponderEliminarUn beso ^^
Muy bonito! Te invito a visitar mi blog http://mariainwonderlandbook.blogspot.fr/
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