jueves, 21 de agosto de 2014

Holidays

¡¡Buenos dias a tod@s!! Hoy me toca hablaros sobre mis vacaciones, las nuevas experiencias y amistades que he creado en ellas. Principalmente, mis "vacas" consisten en viajar seiscientos kilómetros en coche hasta un pintoresco pueblecito de murcia, llamado Calasparra, famoso por su "arroz bomba"; y pasar alli unas semanitas, ya que allí viven mis queridos abuelitos. Todos los años llegamos para las fiestas del pueblo (no somos listos ni "nah"), hasta mitades de mes. Para mi, las fiestas son algo que espero con impaciencia desde el resto de año. Y este año no me han sabido a poco ;) gracias a unas maravillosas compañías, a la buena música y el ritmo corriendonos por la sangre, las noches fueron increíbles. Conocí a mucha gente nueva (eso va por ti, Samuel) que me hizo pasar las horas como si fueran minutos; y entablé amistades mas fuertes con antiguos amigos. Y después de las fiestas, pensé que habría días para un descanso, pero no fue así. Días de piscina, tardes enteras bañandonos en el rio, excursiones... No había día que estuviera en casa encerrada. Cada día sentía sobre mi piel la impasible presencia del sol justiciero calasparreño, dejando a la mayoría de barómetros por encima de los 30 grados. Y después, por las tardes, poder saciar aquel calor con un buen chapuzón en las aguas del río Segura. Todo una maravilla. En fin, y no todo acaba aquí. Estas vacaciones me han costado más de cuatro días en la cama, con fiebres rozando los 39 grados. Si, si, cómo os cuento. La
tarde de un lunes, fui con mi familia a un lago precioso, en el que pasamos la mayoría del día. Hasta que a la vuelta, comencé con mareos y calores dignos de una menopáusica. Y ya me veis, la última semana de estancia en el pueblo, la tuve que pasar todo el día en la cama, con unas anginas más grandes que mi cabeza y bajadas y subidas de fibre como una montaña rusa. Todo un espectáculo. Pero a pesar de eso, han sido unas vacaciones fantásticas. Hay personas, que dicen odiar sus pueblos por x razones. En mi no es el caso. Me encanta mi pueblo. Los rayos de sol tostando mi piel, el frescor de un buen baño, la "buena salsa" de la gente, sus costumbres, la relajación del lugar... Todo me gusta, menos que está tan lejos de aquí jejeje Gracias a todos por estas magníficas vacaciones. ¡Se os quiere!

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